La señora Rosa Esther Caignet se siente “desesperada” ante la decisión de las autoridades de declarar culpable a su hijo, muerto de un disparo a la espalda cuando regresaba de comprar café en grano para revender en la zona de Mayarí, Holguín.
En una entrevista telefónica para el programa Hoy en Cuba, de Radio Televisión Martí, la señora Caignet explicó desde el poblado de Guaro que su hijo, Raidel Vidal Caignet, de 27 años de edad, se adentró el 23 de enero de 2019 en las serranías de Mayarí a comprarle café a los particulares.
Según relató la mujer al periodista Tomás Cardoso, su hijo “se encontraba comprándole café a los campesinos, que eso es ilícito, pero es una manera que tenía de mejorar su vida económicamente”.
En su testimonio la señora Esther Caignet expuso que junto a su hijo iban tres hombres más: uno permanece detenido y los demás fueron liberados.
Uno de los testigos, Idel Placencia, aseguró ella, le dijo que la policía efectuó un disparo cuando iban hacia las montañas “y al regreso parece que los estaban esperando. Iban subiendo una loma (…) y ahí la policía les salió”.
Cuando les sale al paso la patrulla de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) compuesta por cuatro oficiales y dos auxiliares: “dos dejan los caballos en el monte y se dan a la fuga. El mío (se refiere a su hijo) se monta en la yegua para huir y el policía le tiró, le dio en el pulmón y me lo mató”.
Esther lamentó que el oficial, Alexeis Gutiérrez Herrera esté en libertad y aun ejerciendo en sus funciones. “Nunca estuvo preso, siempre estuvo suelto, fíjese si fue así que el día 1ro de mayo él estaba cuidando en Mayarí un termo [para la venta] de cerveza”.
La declaración policial, añade la mujer, lo acusó de agresión “tres veces han declarado a mi hijo culpable, que la policía le disparó porque mi hijo le sacó un machete a un policía (…) el tiro fue en el pulmón y yo tengo el testigo que andaba con mi hijo, que nunca se separó de él”.
Teresa Miranda Céspedes, integrante de la Corriente Martiana, quien presentó la denuncia a Radio Televisión Martí por el caso de Raidel Vidal Caignet, de 27 años de edad, muerto -según explicaron ella y la madre del fallecido- cuando la policía en Mayarí, Holguín, le disparó por la espalda.
“En realidad a quien él le compró el café fue a un particular, pero los particulares tienen prohibido venderle el café a alguien que no sea el Estado. Ellos se han quejado en todas partes, y hasta ahora no les han dado ninguna respuesta”, explicó Miranda.
Esther Caignet atestiguó a Radio Televisión Martí que le grabó la declaración a Idel Placencia. “Yo fui a que me contara lo que había pasado y yo lo grabé. Él dice en la declaración que mi hijo lo que hizo fue montarse a caballo y salir huyendo”.
Las gestiones y quejas las ha hecho Rosa Esther Caignet a la Fiscalía General de la República, Oficina de Atención a la Ciudadanía (Ministerio del Interior) y Fiscalía Militar del Ejército Oriental sin resultado favorable alguno: “Ellos nunca vinieron a investigar donde estaba el muchacho que me dio la declaración, nunca en la vida”, agregó.
Con todas las puertas cerradas, la señora Caignet se siente con los brazos atados.
Raidel Vidal Caignet era un licenciado en Cultura Física y padre de una niña de 6 años de edad. Buscaba mejorar su vida haciendo lo que miles de cubanos han hecho en la región oriental desde que el Estado dejó de vender café de manera liberada en la década de 1960 y luego también lo eliminó de la cartilla de racionamiento en el decenio de 1980.
“Ya no tengo donde ir porque ya he recurrido todo lo que debía de haber hecho, a todas partes que podían haberme resuelto mi problema, fui, y ya declararon que mi hijo es culpable. No sé qué hacer, estoy desesperada, porque era lo único que yo tenía en mi vida”, concluyó.
Radio Televisión Martí contactó vía telefónica con la Unidad de la PNR del municipio Mayarí, indagando sobre el caso de Vidal Caignet, pero no contestaron a las preguntas.
A continuación reproducimos un extracto de la conversación que la madre de Raidel Vidal Caignet, la señora Rosa Esther Caignet, le grabó con consentimiento a Idel Plasencia. La entrevista fue cedida por cortesía a Radio Televisión Martí y la grabamos desde un teléfono móvil en Cuba. Rogamos las molestias por la calidad del audio.
Rosa Esther Caignet (en lo adelante, REC): ¿Tú me conocías a mí?
Idel Plasencia (en lo adelante, IP): No, no.
REC: Tú me serviste de testigo a mí.
IP: (inaudible) yo le ayudaba en lo que hiciera falta (…) y en lo que le haga falta yo le ayudo.
REC: ¿Tú estuviste… no te habló, no te dijo nada?
IP: No, no. ya cuando él tomó una distancia (…) viró patrás (SIC).
REC: ¿En algún momento él sacó un machete?
IP: (…) eso es mentira de que sacó un machete y todo.
REC: A mí me dijeron en la Policía de que tú habías dicho que tú a él no lo conocías.
IP: ¿Cómo no lo voy a conocer?
REC: ¿Entonces tú no tienes ningún tipo de problema en que yo te grabe?
IP: No, no.
REC: Yo voy pa’ La Habana, porque ya hicieron el juicio, pero mira, oral, oral, me dijeron que a mí que a él (se refiere a su acompañante, padre de crianza de Raidel) no lo iban a dejar pasar. Y yo le dije que él era el papá del niño, que era el que lo había criado, entonces le dijeron que sí, que pasara. Entonces me dijo que no, que eso no iba a juicio porque los testigos habían dicho que ‘Ponchi’ lo había agredido con un machete. (…) los policía, porque a ti nunca te investigaron.
[Rosa no recibió un dictamen del tribunal, según explicó, porue solo realizaron una vista oral]
IP: Nunca, nadie.
(…)
REC: ¿Entonces en ningún momento él cogió machete?
IP: Eh, no, no cogió machete…
[Lo que sigue es la conversación de la madre lamentando la muerte de su hijo].
REC: Fíjate si lo hicieron bien, que el pulóver que Raidel tenía (…) no me lo quieren dar, ¿porque tú no ves que eso es una prueba? Dicen que la bala se le alojó en la columna.
(…) Sigue una conversación de Rosa Esther lamentándose casi hasta el final, llora a ratos y es consolada por Idel Plasencia.
(Redactado por Luis Felipe Rojas, a partir de las entrevistas de audio de Tomás Cardoso].